FASCINATION ABOUT VIERA VIDENTE

Fascination About viera vidente

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“El universo es el resultado de una Inteligencia In-finita” y puede ser aprehendido por medio de la experiencia inside. Es omnipresente y lo recorre un etéreo flujo very important que se transforma en diferentes expresiones. La vida universal le confiere vitalidad al individuo encerrado entre los límites del nacimiento y la muerte. Pero esta vida instantánea, confinada a los límites del “yo” de los sentidos, es un breve aleteo sobre el fondo de la vida cósmica. Novalis concibió a la muerte como una fase de la vida, como el fin de la limitación, como término y principio, como separación y enlace consigo misma.

En ese vasto silencio acorazado de gritos de guerra, oculto del exterior por el huidizo espejismo del tiempo, el Eterno Vencedor­ oye la voz de otros silencios… Pero yo estoy separado de él por estos ejércitos de, fantasmas que debo aniquilar…

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El physician Hornell Hart –también profesor de la Universidad de Duke– abre aun más las puertas a la irrupción de las teorías tradicionales, y sus trabajos sobre proyección de ese algo extrafísico (energía o campo psi) que actúa al nivel de lo inconsciente, contribuyen al estudio de las apariciones y actualizan las Strategies de Myers y de Geley sobre “proyecciones astrales”, tan cercanas a los “viajes de almas” y a los “dobles”­ de la psicología primitiva.

El hecho paranormal, la exaltación poética, la experiencia mística y la experiencia liberadora se determinan por el grado de profundidad a que accede la conciencia en su internalización hacia el punto de re­ferencia axil. Es necesario no confundir los planos, ni mezclar los órdenes experienciales. La percepción extrasensoria y la psicoquinesia, los sucesos “mágicos”, no trascienden los territorios de la psique. Conforman el grado más bajo de la escala y si bien en ese nivel visionario la conciencia puede recorrer y conocer las distintas direcciones del volumen tempoespa­cial, el conocedor y lo conocido permanecen en el mundo fenoménico, en el universo de los opuestos y las contradicciones. El nivel paranormal, el de los “poderes maravillosos”, los siddhis como lo llaman los hindúes, es el de las prácticas ocultistas, el nivel donde “funcionan” las correspondencias y se expresan los magos y los “dotados parapsíquicos”.

Se convierte en un ser extraordinario para los otros hombres, pues tiene una medida distinta que la de ellos. Tiene deberes que ellos no conocen.

Como dice Gurdjieff,ten el hombre de la vigilia ordinaria es una mera máquina y todo le sucede. No puede controlar su imaginación ni detener el fluir de su pensamiento; se halla entregado al despotismo de sus “yo” sucesivos y obedece “dormido” a la imperativa compulsión de sus sentimientos y emociones.

El capítulo titulado “Baudelaire y las doctrinas esotéricas” comienza haciendo hincapié en el mundo cuyo múltiple y sutil entramado revela la voluntad de separación de la unidad de la que procede por actitud y obra satánica. La tradición ocultista de sesgo hermético que a través del Medioevo despierta en el Renacimiento por la traducción latina del Poimandres y los restantes tratados del cuerpo literario hermético, se conserva y difunde en la Francia decimonónica por medio del martinismo. Martínez de Pasqually y sus discípulos marcan la línea de influencia doctrinal. Charles Baudelaire, sumergido en este mundo invertido y en tensión entre las analogías entrevistas y los modelos celestes, busca en su conflicto profundo el “paraíso perdido” oscuramente vislumbrado, persiguiendo sus indicios hasta las más oscuras profundidades. Arrojado en el mundo y sintiendo todos los embates de su cautiverio lucha con su impulso poético, el solo recurso eficaz en su impotencia, porque la poesía es la “cadena de oro” imperceptible y dolorosa que une con el origen y la transmisión de los eslabones herméticos así lo va enseñando. El propio título de una de las grandes obras de Baudelaire, Las flores del mal, expresa con elocuente desesperación la ambivalencia de la actitud learn this here now del hombre y poeta perdido en el cieno terrenal, pero bus-cando en el barro la “pepita de oro”, ajena al mundo y a la falsa civilización, que lo pueda redimir. El resplandor intermitente de la belleza sepultada lo atrae irresistiblemente y así su individualidad se opone heroicamente a todos y a todo y llega a buscar, fuera de una tradición ritual que considera viciada y perimida, también los recursos de los “paraísos artificiales”, que le ayudan a transponer la conciencia en un tipo de inconsciencia excellent.

En virtud de su naturaleza el poeta romántico opera naturalmente un retorno al origen fabuloso. Abre una “puerta en el muro” hacia la patria perdida que Swedenborg denomina Jerusalem Celeste y que no es otra cosa que una nueva traducción de la noción de “Jardín de los Dioses” o “Paraíso Perdido”.

El volumen que el lector tiene entre sus manos se compone en su edición initial de ocho capítulos con sus respectivas notas bibliográficas, a los cuales fueron agregados dos más en la segunda edición, tal como figuran en la presente.

       Todo ocurre en ellos como si, estando en la poesía el lugar de la ruptura, del derrumbe y también del remordimiento, de la nostalgia de lo que fue antes, la poesía fuera en el hombre la cicatriz mal cerrada del pecado unique.

Admitir la una sin la otra es una limitación que termina por excluir todo lo infinito”.eight El hombre ha vivido y vive apegado a cosas intrascendentes. Complicado en pequeños problemas, alineado en una sociedad que es el reflejo de su estado se sueño, huye de la muerte, le vuelve la espalda y oscurece esa idea inquietante en lo más profundo de su conciencia. Trata de ignorarla hasta el momento decisivo en que ella lo sorprende y lo paraliza.

Cuando sobreviene la crisis surrealista, y la rebelión literaria se transfiere de la condición humana a la condición social, unos proclaman que la revolución debe primeramente liberar al hombre de las “trabas materiales­ exteriores”; otros, en cambio, otorgan cash prioridad a la liberación interior, tratando de conciliar el ideal de Marx y el de Rimbaud. Ante esta alterna­tiva los jóvenes de Le Grand Jeu radicalizan el pensamiento rimbaudiano y apelando a peligrosas psicotécnicas se lanzan a la búsqueda del conocimiento absoluto.

Tener imaginación, escribe Mircea Eliade –calificado como pocos para avanzar en el conocimiento de los símbolos– es ver el mundo en su totalidad, porque la misión y el poder de las imágenes es hacer ver todo cuanto permanece refractario al concepto.

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